Las caravanas médicas impulsadas por Andrea Chávez en Chihuahua ofrecieron consultas gratuitas y servicios de salud a comunidades sin acceso a la seguridad social. A simple vista, la propuesta parecía alinearse con los principios de justicia social de la llamada Cuarta Transformación. Sin embargo, el uso prominente de su nombre e imagen en ambulancias y autobuses encendió las alarmas al interior de Morena y provocó un debate público sobre promoción anticipada.
El problema no fue el servicio, sino la forma. Las unidades médicas mostraban de forma destacada la figura de la senadora, una práctica que evocó fórmulas de promoción personal comunes en el antiguo régimen. El hecho llevó a sus críticos a acusarla de utilizar recursos con fines electorales, en aparente contradicción con los principios fundacionales del movimiento.
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó públicamente su desacuerdo. Anunció que presentaría una propuesta ante la dirigencia nacional de Morena para establecer reglas que delimiten las acciones de promoción personal, especialmente en tiempos no electorales. Sin mencionarla directamente, la mandataria federal remarcó que los programas sociales deben estar libres de intereses particulares y subordinados a los ideales de austeridad y servicio público.
La senadora de Chihuahua anunció que retiraría su imagen de los vehículos utilizados en las caravanas. Aunque aseguró que no violó ninguna norma, y que la operación de las unidades médicas continuaría, su respuesta estuvo acompañada de frases que algunos interpretaron como desdén hacia las críticas.
En paralelo, el Partido Acción Nacional formalizó una denuncia ante el Instituto Nacional Electoral y la Fiscalía General de la República. Acusó a Chávez y al empresario Fernando Padilla Farfán, supuesto financiador del proyecto, de incurrir en peculado, cohecho y enriquecimiento ilícito. La senadora ha negado estas imputaciones.
Andrea Chávez forma parte de un grupo de legisladores morenistas que ha consolidado una presencia destacada en redes sociales y medios. Su estrategia combina activismo legislativo con construcción de imagen pública. Esta línea, que gana fuerza entre cuadros jóvenes del partido, contrasta con el perfil que Morena buscó proyectar durante su fundación: figuras austeras, de bajo perfil, con arraigo territorial y mensaje colectivo.
“Vale la pena recordar nuestros principios”, señaló la Presidenta @Claudiashein quien a raíz de las acusaciones contra la senadora Andrea Chávez, sugiere al Morena reglas para todos que quieran ser candidatos, recuperar la mística del casa, que se cuiden los tiempos, evitar el… pic.twitter.com/ydmf05LPHp
— Juan Becerra Acosta (@juanbaaq) April 11, 2025
El caso ha abierto un nuevo frente de discusión dentro del partido gobernante. Mientras Sheinbaum busca consolidar un estilo de gobierno centrado en la sobriedad y el control político, otros sectores promueven liderazgos más visibles y con mayor margen de acción. Morena no ha definido con claridad los límites para la promoción personal fuera de los tiempos electorales, lo que ha provocado una zona gris en la que operan distintas figuras.
Luisa María Alcalde, presidenta nacional del partido, respaldó públicamente el llamado de la presidenta de la República. Aseguró que el Consejo Nacional sería convocado para definir normas claras respecto a la promoción de imagen entre militantes, especialmente con vistas al proceso electoral de 2027. Reiteró que Morena no puede permitir comportamientos que abran la puerta a excesos, ni reproducir estilos del pasado.
Acompañamos la propuesta realizada esta mañana por la Presidenta @Claudiashein. En el CEN de @PartidoMorenaMx coincidimos en la importancia de establecer reglas y tiempos claros para que nadie se adelante a nada.
En unas semanas haremos pública la convocatoria del próximo…
— Luisa Alcalde (@LuisaAlcalde) April 9, 2025
En contraste, Andrés López Beltrán, secretario de Organización e hijo del fundador del movimiento, optó por el silencio. Su ausencia pública en medio de la polémica fue notoria, dada su posición estratégica en la estructura interna. Aunque su nombre no ha sido vinculado directamente con las decisiones operativas en Chihuahua, su cercanía con figuras influyentes del partido mantiene el foco sobre su papel en la articulación política del partido.
Morena se encuentra en una encrucijada: consolidarse como fuerza política con reglas y mecanismos de autorregulación o permitir que sus contradicciones internas erosionen su credibilidad. El caso de la senadora por Chihuahua refleja esa ambigüedad. Aunque replegó su imagen, el mensaje de fondo no desapareció: en Morena conviven visiones distintas sobre cómo ejercer el poder.
La narrativa fundacional del partido —austeridad, ética pública, combate a los privilegios— choca con una práctica política cada vez más competitiva. En estados donde Morena no es fuerza dominante, como Chihuahua, algunos actores buscan ganar terreno con estrategias personalizadas que, aunque eficaces en términos de visibilidad, tensionan el discurso institucional.
Como la oposición no levanta cabeza, fantasea con división en la Cuarta Transformación.
Y la verdad es que estamos más unidos que nunca con el liderazgo de la Presidenta @Claudiashein.
Todas y todos respaldamos su propuesta de definir tiempos y formas para cuidar al movimiento. pic.twitter.com/MyaAAXttrR
— Andrea Chávez (@AndreaChavezTre) April 9, 2025
Las caravanas médicas promovidas por Chávez operaban en zonas desatendidas, lo que permitió justificar su utilidad social. No obstante, la presencia constante de su imagen desdibujó la frontera entre asistencia y campaña. Esa ambivalencia es la que la dirigencia intenta ahora contener, sin generar rupturas innecesarias, pero con la intención de fijar límites antes de que otros cuadros adopten tácticas similares.
El crecimiento acelerado del partido ha generado un mosaico de estilos, trayectorias y métodos de operación. La diversidad interna, que alguna vez fue vista como fortaleza, ha derivado en la necesidad urgente de establecer un código común. Sin reglas claras, el riesgo de descomposición interna aumenta.
En su intervención, la presidenta fue clara: no bastan las buenas intenciones. La transformación implica disciplina, congruencia y ética política. Advirtió que no se permitirá que los cargos públicos se conviertan en plataformas personales. Su mensaje no fue solo una respuesta a Chávez, sino un mensaje general a la estructura partidaria.
Con la presidencia en manos de Sheinbaum, el movimiento busca trazar una nueva etapa que mantenga el legado de López Obrador sin reproducir las dinámicas del sistema político que alguna vez combatió. La transformación prometida no solo debe traducirse en políticas públicas, sino también en prácticas internas coherentes con el discurso que llevó al poder al movimiento.